Lobos marinos de Valdivia
Para no ser menos, tenemos nuestra propia versión ‘chilinensis’, de la película furor de dreamworks de los últimos tiempos; con la diferencia, claro, que actúan actores reales, en tiempos reales. La historia relata que un día, los lobos marinos relegados, decidieron instalarse en las costas de nuestros ríos, lugar óptimo para el buen descanso y la comida servida en bandeja. Sin embargo, esto comenzó a cambiar radicalmente aquella jornada en que les quitaron sus espacios, aquel día en que se comenzó a confundir la relación entre humano y animal salvaje, la misma tarde en que se empezó a desagradecer el potencial turístico que entregan estos mamíferos para Valdivia, si, esa misma jornada en que comenzaron a ser una carga pesada para el municipio. Las rejas aparecieron como una buena solución para los peligrosos seres, pero un momento, no estamos hablando de barreras para los lobos, sino barreras para la contención de la gente. Claro, barrera para el mismo culpable e inadaptado de siempre, el hombre.
Muchas son las denominaciones que se les puede dar al tipo de lobo marino que rodea a nuestra costanera; científicamente son los otaria flavecens pero también se les conoce como lobo marino chusco, de un pelo o león marino sudamericano, denominado así por la larga melena que cubre el cuello.
Los ejemplares valdivianos están hace unos
Los lobos de la costanera son machos relegados, sin potencial reproductivo, o sea, por un lado son muy jóvenes, mientras que en el otro extremo, también están los muy viejos. Son varias las razones que se esgrimen por la cuales están aquí: la primera de ellas es la disponibilidad de alimento que entrega y facilita la feria fluvial a estos animales, y lo segundo, es la comodidad que representa el estar alejados de los problemas de territorialidad y peleas de colonias, recordando que son machos jóvenes y viejos que no están aptos para esos “trotes” o altercados.
En tercer lugar, un poco más aislada, se esgrimía la posible hipótesis de que los cambios climáticos globales, habían traído esta “oleada” de lobos por estas zonas, pero para la doctora en ciencias ecológicas, Layla Osmar estudiosa de estos animales, esta hipótesis habría que descartarla: “si es que ésta, fuera la razón de los movimientos migratorios de los lobos, debería afectar a la colonia reproductiva, reflejada en menor cantidad de individuos o que los cachorros estén creciendo de mala manera o sufriendo enfermedades, como también la falta de alimento, pero si fuera así la colonia reproductiva igual estaría aquí en busca de alimento pero no es así. Lo que se ve acá no son hembras, no son crías, no hay una colonias reproductiva, lo que se ve acá son lobos viejos y los más jóvenes que no logran entrar a la colonia reproductiva”.
Estos lobos al contrario de otros lobos, no tienen una conducta normal, están de cierta manera “domesticados”, lo normal sería que huyeran de la gente y no dejar acercarse a ellos. Al respecto el medico veterinario, Daniel Borocheck, señala “Es la única colonia de lobos en Chile, que está en un lugar tan transitado, y que está en medio de la ciudad; normalmente hay que pagar mil pesos en Valparaíso, para ir en un barquito a verlos, en cambio aquí están súper cerca y hay que aprovecharlos turísticamente y sin que sean un peligro”.
A pesar de la posible domesticación que puedan experimentar estos mamíferos, hay que recordar que siguen siendo animales salvajes y en cualquier momento al verse invadidos, pueden atacar, como lo que le ocurrió a don Arcadio Flández Fuentes, quien en el año 2001, se acercó demasiado a uno de los lobos que andaban por la costanera y fue mordido en el antebrazo derecho, debiendo ser llevado de urgencia al Hospital Regional. Otro caso parecido fue lo que le ocurrió a la locataria de la feria fluvial, Juana Esperanza, que se encontraba como todas las mañanas limpiando los mariscos, cuando uno de estos lobos la atacó, dejándola con una herida en la pierna derecha.
Ante éstos y otros casos similares, la municipalidad tuvo que tomar cartas en el asunto, se comenzó a instalar un sistema de enrejado bajo la feria fluvial, para que los lobos no traspasaran más allá de la orilla del río. Aunque se pusieron a prueba nuevas medidas, y se gastó unos 50 millones para la barrera de contención de lobos marinos (mallas, rejas metálicas, barandas, entre otras.), los lobos igual se las han ingeniado este tiempo para traspasarlas, hasta Piñera tuvo un pequeño encuentro cercano con ‘Panchito’ uno de los lobos más famosos de la feria
Se diferencian de sus primos las focas, por tener orejas y poseer la facultad de doblar sus aletas bajo el cuerpo. Los machos son más grandes que las hembras (casi el doble de las hembras), llegan a medir entre 2 y
Su dieta alimenticia consiste en moluscos; crustáceos; calamares; peces como, anchoas, pez sable, jurel, merluza; siendo uno de sus platos favoritos las carpas y los pejerreyes. Sin embargo, como buena cadena alimenticia, también tienen sus depredadores como lo son las orcas y el ser humano, que los caza por su carne, por el aceite que poseen, pero primordialmente por la piel de los recién nacidos.
En época de apareamiento, crean colonias de invierno y en la etapa de reproducción, que es entre diciembre y enero, se instalan en las ARC (áreas reproductivas centrales), cavernas que abastecen mucha sombra y agua, lugar donde llegan los machos reproductores, que forman un harén con un macho y entre
Luego de un año, los cachorros, están listos para experimentar con su entorno y adaptarse a los cambios climáticos, gracias a su grueso manto de grasa que los asila del frío de las aguas y en caso contrario (en verano), pueden reducir su temperatura corporal al hacer ejercicios, permitiendo la transpiración y evaporación de la misma. Esta especie vive entre
Los verdaderos animales agresivos en esta historia
Ahora cabe preguntarse, ¿son realmente agresivos estos animales? Según Layla, los animales generalmente no son agresivos, y dentro del comportamiento que presentan, va cambiando dependiendo de que parte del ciclo reproductivo estén. Si es que el animal está en pleno ciclo reproductivo, lo más probable es que presente un comportamiento agresivo y en el caso de los lobos marinos, cuando están en época reproductiva los machos definen un territorio para poder estar en un territorio donde lleguen hembras y poder copular con ellas. Como ella explica, los lobos marinos que llegan a la costanera, han sido domesticados. Por ejemplo una colonia normal, no la del mercado fluvial, no dejaría que las personas se acerquen más allá de una cierta cantidad de metros, de estar más cerca, simplemente huirían.
Sin duda alguna una de las personas con más autoridad tiene en el caso, es Sigfredo Vargas, quien trabaja en la feria fluvial y conoce a los lobos hace más de 20 años, y los quiere a todos como si fueran uno más de su familia. “Son 37 los lobos que llegan hasta aquí, hay 3 más chicos que no los he trabajado, por que no he tenido tiempo y además están en el helipuerto. Y acá tengo 18 de los grandes, el resto esta por venir, estos vienen a comer y por la tarde se van. A todos les tengo nombres, ahí esta el Guagua, el Muñeco, el Colo Colo, el Farsante, el Piojento, el Moquillento que se sacó la foto con
En toda esta historia, los agresivos y agresores, parecen ser otros los animales a los que se les puede dar este trono, se trata de los animales más “evolucionados” como el caso, de un individuo NN que el año 2001, disparó con un arpón a uno de los lobos (el famoso “Goloso”), dejando el arpón incrustado en la piel del animal, por más de una semana. Y para no ser menos, el año 2004 en el sector de Curiñanco, otros desconocidos, dispararon sin remordimientos, pero por suerte sin éxito, a los lobos que descansaban por la zona; de no ser por la intervención de la testigo Eugenia Oliva, residente del “Machupimo”, quien alejo a los individuos, otra sería la historia de los lobos.
Cabe señalar, que aunque existe una ley de Sernapesca, que los protege para que no sean cazados; los casos aislados de ataques por parte de las personas a estos animales, no están considerados. Ni siquiera el SAG, incluye ley alguna para su defensa. “tengo entendido que los matan porque se meten a las salmoneras y roban los pescados. Y rompen las redes”, señala el doctor Borochek.
Alimentación sin moverse del escritorio
Los lobos valdivianos, descansan en la costanera y además son atendidos como cual cliente va a un restaurante. Una de las razones por las cuales están acá es por la facilidad de conseguir alimento, sin necesidad de pescarlo por ellos mismos. Entre sus platos favoritos destacan salmones, sierras, júreles, peces y cabezas de pescado lanzados por los mismos feriantes a los mamíferos.
Se puede ver algo inofensivo alimentar a los lobos, pero quizás no sea tan conveniente o no sea tan necesario para estos animales, es decir, si bien se les facilita la vida dándoles alimentos de la misma mano, por otra parte se esta mal enseñando a servirles comida, y a la vez, incentivando más y más a acercarse a la gente, con las consecuencias que ya conocemos. Layla Osman en ese aspecto, explica que no existe una falta de recursos o alimentos, para estos lobos, como alguna vez se pensó. Si bien ellos están en busca de alimento es sólo por comodidad de la comida fácil y no de carencia de la misma.
Siendo un poco más drásticos el doctor Borosheck, aclara que esta prohibido alimentar a los lobos marinos, pero que culturalmente es casi inevitable que la gente al ver un lobo, no le tire una cabeza de pescado, antes de tirarla a la basura.
Otra razón por las cuales estos lobos merodean nuestras costas, es por tratarse de una colonia de “descanso”, no apta para la reproducción y mucho menos para las disputas territoriales. Por ende estos ríos y sus costas, se ha transformado para estos mamíferos en un lugar perfecto para tomar descanso (ellos deben tomar mínimo unas 8 horas de descanso), sin tener altercados con las colonias reproductivas, alejadas de estas zonas.
El lugar de “pausa” para estos lobos, se ubicaba en la parte baja del Museo Arte Contemporáneo (MAC), sitio donde descansaban sin ser molestados, ni tener altercados con la gente, que sólo frecuentaban al momento de almorzar, cuando cruzaban al mercado fluvial para recibir su porción diaria de pescado. Todo esto cambió hace 2 años, cuando ese territorio (perteneciente a la UACh.) “la playita de los lobos”, se remodelara y se hiciera un paseo peatonal y un monumento al arte y al hombre, dejando sin lugar alguno para los viejos propietarios, los lobos marinos. Es ahí donde los lobos se vieron en la obligación de buscar nuevos espacios de descanso, entre ellos la parte baja del helipuerto, incluyendo la orilla, las veredas e incluso el pasto. De ahí la necesidad de buscar soluciones, tanto para los lobos como para las personas.
Municipalidad, soluciones y las balsas
El año 2004, se aprobó la destinación de 235 millones de pesos para el Proyecto Costanera Cultural en el marco del Bicentenario 2010. Dentro de este proyecto se estipulaban mayor y mejor iluminación de la costanera, de áreas verdes, de los museos y un espacio especial y fijo (una especie de lobería) para el descanso de los lobos.
En su primera etapa, este proyecto, contempló la instalación de tablestacas (perfil metálico laminado) en
El tema de los lobos y un sitio fijo para ellos, recién se estudiará entre la tercera y cuarta etapa del proyecto como lo explica el jefe del departamento del medio ambiente, Jorge Acuña. Él señaló que se estudiará la posibilidad de un espacio fijo para los lobos, dependiendo de qué tan efectiva resulte la balsa para los lobos marinos.
Las balsas, tendrían que estar instaladas dentro de estas semanas, con el fin de que los lobos puedan descansar ahí, y se alejen de las veredas de la costanera. Esta propuesta ofrecida por el doctor Daniel Borocheck, fue aceptada por la municipalidad de Valdivia, la cual consiste en la instalación de 2 balsas hechas de madera, que mide 3 por
En ese sentido el doctor Borocheck señala, que van a intentar hacer que la comida se la tiren sobre estas balsas, para que la gente pueda sacarse fotos con los lobos y no se tropiecen con ellos o que lo lobos no se sientan agredidos por la gente o los perros, y evitar también posibles enfermedades que puedan pasar de los lobos a los perros o a las personas. Para el doctor, estas medidas son solo provisorias, mientras se crean los apostaderos de la tercera y cuarta etapa, del proyecto costanera. Como él dice, ahora no hay fondos para eso, por ahora hay que esperar a que los lobos se acostumbren a sus nuevas balsas ya que son su salvación.
Aunque es inevitable que lleguen pelícanos, cormoranes, gaviotas, lobos, entre otras especies a la costanera fluvial por las razones alimenticias ya sabidas, no se puede culpar de agresores a los lobos marinos, siendo que ellos (como cualquier animal) actúan por instinto y si tienen que atacar lo hacen, pero no premeditadamente a diestra y siniestra, sino motivados por terceros, las personas.
La gente se acostumbra a quejarse, se pasa la “pelota” de uno al otro, de la gente a la municipalidad y de la municipalidad a la ciudadanía. Para la experta Layla Osman, la responsabilidad de los ataques de los lobos marinos, es compartida por ambas partes. “Primero las autoridades deben tener un proyecto urbano, donde se considere el tema de los lobos y se invierta en ellos. Y por otro lado, en el mercado hace falta una persona que pueda hacer charlas (de enseñanza sobre los lobos y su convivencia con ellos) a las personas que pasan por ahí, y a la vez incentivando el turismo, como manera de responsabilizar a ambas partes. Porque lamentablemente hay gente muy ignorante, porque se juntan grupo de 20 personas alrededor de los lobos y se acercan creyéndose los más ‘machos’ al estar más cerca de estos animales y los lobos en época reproductiva, si están enojados pueden sacarte un brazo”, señala Layla.
En la misma postura se encuentra el veterinario Daniel Boroshcek, explicando que la responsabilidad de la conducta de los lobos, es de ambas partes (ciudadanos y la municipalidad). El medico recalca sobre todo la importancia de no ser imprudente y recordar que estos animales aunque parezcan domésticos, son animales salvajes. Él considera que debe primar la educación a la población, y por otra parte, hacer de una vez los apostaderos, para el descanso de los lobos; y sobre todo que la municipalidad saque fondos extraordinarios y no esperar tanto el Bicentenario para realizar el item de los lobos, porque en ese trayecto puede resultar mucha gente herida, e incluso provocarle la muerte a alguna persona.
La municipalidad al respecto se defiende, explicando que si no se hiciera nada en este asunto, eso si sería responsabilidad de ellos, pero al contrario, ellos se amparan en que se han esmerado por buscar soluciones. Peter Sippel, Director del desarrollo comunitario señala que hay un tema de responsabilidad de la gente que no entiende como debe ser una relación normal entre las personas y estos animales, y por eso están viendo otras alternativas de seguridad, derechamente cercar, crear balsas, porque algunos no entienden la relación que deberían tener con los lobos.
Claramente la gente (por lo menos la gran mayoría), no entiende la relación que se debe tener con estos animales, Sigfredo Vega el famoso domador de lobos, explica que las personas no han tenido problemas con los lobos, sino al revés, son los lobos los que tienen problema con la gente. Por parte de la municipalidad el “domador” no espera mucho, ya que no se le considero en ningún momento al realizar los proyectos para los lobos, siendo que él lleva más de 20 años trabajando y sacrificándose por el turismo de Valdivia, con los más de 30 ejemplares que visitan nuestras costas. Así mismo, él apuesta a que las balsas no servirán de nada, y al contrario quizás con eso ahuyenten a los lobos. Para Sigfredo las autoridades están desaprovechando el potencial turístico de los lobos, que sale hasta en videos por Internet, gracias a los turistas extranjeros.
Lo cierto en todo esto, es que si bien se reconoce que la municipalidad de Valdivia ha buscado soluciones al caso (rejas, mallas, barandas) para contener a los lobos, muy efectivas no han resultado. Relacionado a lo mismo, este tema siempre ha sido su responsabilidad, más aun desde que hicieron ocupación del frontis del MAC, para realizar el paseo peatonal cultural, dejando sin lugar de descanso a los lobos marinos que representan un fuerte potencial turístico para la zona. Sólo queda esperar que las balsas para los lobos funcionen y no se tenga que lamentar más adelante, alguna persona dañada por estos mamíferos, ya sea por ingenuidad de la gente que no sabe tratar a estos animales o ya sea, porque la municipalidad nunca apuró o realizó un proyecto de verdad (como el apostadero o lobería para estos animales), que recién están considerados en la cuarta etapa para el proyecto Bicentenario, dependiendo también, del dinero que se cuente para ese entonces.
“Por eso yo todos los días le pido al Padre, por los lobos y por mí, que no haya tanta maldad con ellos, no vamos a tener lobos y ahí se van preguntar los lobos, quizás ahí se van a acordar de mí, cuando me muera, en vida no”, declara con voz quejumbrosa Sigfredo Vega, el domador de lobos.
Marcos Lavado 30/11/06
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